Descubre cómo dejar de improvisar y empezar a estudiar con un plan que te lleve al aprobado.
Analiza el tipo de temario, las pruebas, los bloques y el nivel de competencia. Conoce tu enemigo antes de combatirlo.
Calcula cuántas horas reales puedes dedicar cada día y cada semana. Sin tiempo no hay planificación posible.
Divide tu tiempo en sesiones de mayor a menor carga: bloques grandes, medianos y pequeños. Organiza tu estudio como un menú bien estructurado.
Repite lo ya aprendido mientras avanzas con nuevos temas. Lo aprendido no se abandona, se arrastra y se fortalece.
Dedica el 70% del tiempo a aprender contenido nuevo y el 30% a repasar lo ya visto. Avanza sin olvidar lo anterior.
Convierte los temas en esquemas visuales y usa técnicas de estudio efectivas como mapas mentales o tarjetas. Menos es más cuando sabes qué es lo importante.
Revisa tu progreso cada semana o mes, ajusta tu plan y detecta puntos débiles. El mejor plan es el que se mejora continuamente.
Reserva una sesión de planificación personalizada con nuestro equipo de expertos.
Plazas limitadas cada mes.